El proceso electoral en Honduras ha entrado en una etapa decisiva, con mensajes claros desde Estados Unidos y la Organización de los Estados Americanos (OEA) que exigen que el conteo de votos concluya sin trabas y con apego estricto a la ley.
Tanto el Departamento de Estado de EE.UU. como la OEA han emitido pronunciamientos prácticamente en paralelo, coincidiendo en su tono y contenido. Ambos organismos han dejado en claro que no tolerarán intentos de obstrucción o retrasos en la finalización del proceso electoral, advirtiendo que podrían haber consecuencias.
Para el exconsejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), Kelvin Aguirre, estos mensajes internacionales son una señal clara de que respetar la voluntad expresada en las urnas es una obligación democrática. Aguirre sostiene que permitir que el órgano electoral concluya su labor no es una concesión política, sino un deber.
La preocupación expresada por los organismos internacionales coincide con la lectura de analistas que advierten que la prolongación de la incertidumbre ya no tiene margen. Con más del 99% de las actas escrutadas, señalan que el país ha entrado en un punto donde la indefinición deja de ser técnica y pasa a ser política.
Para estos sectores, el momento de concluir el proceso y definir al ganador ha llegado, no solo por una cuestión de plazos, sino para evitar que la incertidumbre siga erosionando la confianza ciudadana y la estabilidad democrática.
El Departamento de Estado de Estados Unidos advirtió que el proceso electoral en Honduras atraviesa una situación "profundamente preocupante", señalando que acciones de partidos y candidatos continúan perturbando el desarrollo normal del conteo y ponen en riesgo la conclusión oficial de los resultados.
Desde Washington, la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental instó a todos los actores políticos a cumplir sin demora con sus obligaciones legales, advirtiendo que cualquier intento de obstrucción o retraso podría acarrear consecuencias.
Por su parte, la OEA también ha urgido a concluir el escrutinio especial en Honduras, enfatizando la necesidad de que el proceso electoral se cierre de manera oportuna, transparente y creíble.
"Es un pronunciamiento que pide que la estabilidad democrática del país respete las normas electorales y el ente rector de los comicios", explica el analista Kenneth Madrid.
El énfasis de los organismos internacionales no solo está en cerrar el conteo, sino en evitar que la prolongación de la incertidumbre erosione la confianza ciudadana.
Ante este panorama, la comunidad internacional ha dejado claro que no tolerará intentos de obstrucción o retrasos en la finalización del proceso electoral en Honduras. El país se encuentra en un momento decisivo, donde la conclusión del proceso y la definición del ganador se han vuelto imperativas para mantener la estabilidad democrática.










