El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado un programa que ofrece una bonificación de 3.000 dólares y viajes pagados a los inmigrantes indocumentados que acepten salir del país antes de que finalice el año.
La iniciativa, impulsada por la Secretaría de Seguridad Nacional bajo la dirección de Kristi Noem, forma parte de una campaña navideña con la que Washington espera acelerar las deportaciones masivas de extranjeros en situación irregular.
De acuerdo con el comunicado oficial, los inmigrantes indocumentados "deberían aprovechar esta oportunidad y autodeportarse, porque si no lo hacen, los encontraremos, los arrestaremos y nunca regresarán".
La medida triplica la bonificación de 1.000 dólares anunciada en mayo pasado con el mismo objetivo. Según la administración, desde enero de 2025 ya se han "autodeportado voluntariamente" 1,9 millones de extranjeros irregulares, incluyendo decenas de miles a través de una aplicación creada durante el mandato de Joe Biden.
La Administración de Donald Trump ha valorado este programa como una alternativa más eficiente a las detenciones y deportaciones tradicionales, argumentando que el costo promedio de arrestar, detener y deportar a una persona ronda los 17.000 dólares (14.400 euros), según datos de la agencia Bloomberg.
Expertos en inmigración han criticado duramente la iniciativa, calificándola de "oportunista" y "engañosa", ya que aprovecha la vulnerabilidad de los indocumentados para forzar su salida del país.
"Es una forma disfrazada de deportación masiva que viola los derechos humanos y la dignidad de estas personas. Muchos podrían verse obligados a aceptar esta 'oferta' por miedo a ser arrestados y separados de sus familias", señaló Alejandro Mayorkas, director de una organización de defensa de los derechos de los inmigrantes.
Desde la oposición demócrata también se han alzado voces condenando la medida, acusando a la administración republicana de utilizar "tácticas crueles" para cumplir con sus objetivos antiinmigración.










