El gobierno de Estados Unidos ha anunciado un incremento significativo en el incentivo económico ofrecido a los migrantes que decidan acogerse al programa de deportación voluntaria antes de finalizar el presente año. Según fuentes oficiales, la nueva cifra asciende a 3.000 dólares por persona, una cantidad sustancialmente mayor a los 1.500 dólares que se venían entregando hasta ahora.
Esta medida se enmarca dentro de los esfuerzos del gobierno estadounidense por agilizar los procesos de deportación y reducir la creciente población de migrantes indocumentados en el país. Autoridades migratorias han manifestado su preocupación por el aumento sostenido en el número de personas que cruzan la frontera sur en busca de oportunidades, lo cual ha generado importantes desafíos en materia de seguridad y atención social.
El programa de deportación voluntaria, conocido como "Assisted Voluntary Return" (AVR), ofrece a los migrantes la posibilidad de regresar a sus países de origen de manera ordenada y con cierto apoyo económico. Hasta la fecha, miles de personas se han acogido a esta iniciativa, si bien las cifras aún resultan insuficientes para las autoridades.
Con el incremento del incentivo a 3.000 dólares, el gobierno espera incentivar a un mayor número de migrantes a que opten por el retorno voluntario antes de enfrentar procesos de deportación forzosa, los cuales suelen ser más traumáticos y desgastantes tanto para los individuos como para el sistema migratorio en general.
No obstante, organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por el carácter "coercitivo" que podría adquirir este tipo de programas, al presionar a los migrantes a tomar decisiones apresuradas bajo la amenaza de perder la oportunidad de recibir un apoyo económico significativo.
Paralelamente, el gobierno estadounidense también ha anunciado la designación de un "enviado especial" para Groenlandia, una medida que ha generado tensiones diplomáticas con Dinamarca, país al que Groenlandia pertenece como territorio autónomo. Según fuentes oficiales, este nombramiento responde al creciente interés estratégico de Estados Unidos en la región ártica, donde se prevé un aumento de la actividad económica y geopolítica en los próximos años.












