La Policía Nacional española detuvo a ocho personas por pertenecer a una organización criminal que se dedicaba a captar personas en Colombia y traerlas de manera irregular a España, para luego cobrarles grandes sumas de dinero.
Según el comunicado de la policía, al menos 22 personas habrían entrado a España a través de esta red, que operaba desde la ciudad andaluza de Sevilla. La organización captaba a "personas en situación de extrema necesidad" en Colombia, ofreciéndoles la posibilidad de venir a España para trabajar en el cuidado de personas dependientes o en el sector de la restauración.
La red les proporcionaba los pasajes de avión a las víctimas, tanto hombres como mujeres, quienes debían hacerse pasar por turistas al llegar a España. Una vez allí, la organización les conseguía empleos, pero luego les informaba que tenían una deuda de entre 4.000 y 5.000 euros (entre 4.700 y 5.800 dólares) con la red.
Además, la organización criminal se quedaba con parte del dinero que las víctimas ganaban en sus trabajos. Si no podían pagar la deuda, "la organización criminal recurría a amenazas directas contras sus familias en Colombia", obligando a varias de ellas a cambiar de ciudad y abandonar sus hogares para evitar represalias.
La Policía Nacional no detalló la nacionalidad de los ocho detenidos, entre los que se encontraban los cabecillas de la red. Este desmantelamiento pone de manifiesto los graves abusos y la explotación que sufren muchos migrantes en su búsqueda de una vida mejor en Europa.
Las autoridades españolas han reiterado su compromiso de combatir este tipo de redes criminales que se aprovechan de la vulnerabilidad de las personas, y han llamado a la cooperación internacional para abordar este problema de manera integral.
