En un paso trascendental para la transformación y modernización de la empresa estatal socialista en Cuba, entró en vigor el Decreto 138 De la organización del sistema salarial en el Sistema Empresarial Estatal. Esta normativa consolida y amplía de forma permanente la facultad de las entidades para aprobar de manera descentralizada la organización salarial de sus trabajadores.
El Decreto 138 elimina trabas y generaliza facultades que ya venían aplicándose de forma experimental desde 2021 en más del 45% de las entidades, con resultados económicos superiores. Según Guillermo Sarmiento Cabana, director de Organización del Trabajo, la nueva norma convierte en política general esta facultad que ha demostrado concretos y sostenidos resultados en productividad, utilidades y salarios.
La nueva regulación faculta a las empresas para diseñar su propia arquitectura salarial, incluyendo la escala interna, la relación de cargos, las evaluaciones y los pagos adicionales. Este diseño debe sustentarse en cinco principios fundamentales: igualdad, diferenciación, proporcionalidad, dinamismo y protección mínima.
Este último principio garantiza que el salario fijado no podrá ser inferior al mínimo nacional ni al básico del año anterior, lo que representa una mayor protección que la normativa previa y está en sintonía con las discusiones del nuevo Código de Trabajo.
Además, la norma descentraliza la facultad de autorizar excepciones a su aplicación, que ahora recae en los jefes de las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial. También permite a las empresas incrementar o crear nuevos pagos adicionales vinculados a la antig edad o conocimientos especiales.
La regulación introduce tratamientos diferenciados y estimulantes para sectores estratégicos como las empresas de alta tecnología, desarrolladoras de software, exportadoras y de nueva creación. Estos sectores tendrán indicadores propios y se tomarán como referencia los salarios medios de su rama y territorio.
Otro aspecto clave es que la planificación del fondo salarial se respalda fundamentalmente en un indicador: no deteriorar el aporte por rendimiento de la inversión estatal (o el pago de dividendos) comprometido con el presupuesto. Si la empresa garantiza el crecimiento de este aporte, puede proyectar un incremento del fondo salarial.
El Decreto 138 no es solo una norma salarial, sino una herramienta clave para transformar la gestión de los recursos humanos en las empresas estatales cubanas, llevándola de la administración a la verdadera gestión.
