Europa atraviesa un escenario sanitario complejo debido a un aumento inusual y adelantado de casos de influenza A H3N2, particularmente del subclado K. La situación ya genera presión sobre los sistemas de salud en países como Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España, encendiendo alertas por un eventual arribo del virus a América.
Según el doctor Felipe Rivera, broncopulmonar del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, esta variante "probablemente llegará a Chile" en los próximos meses. Aunque se trata de un virus conocido, Rivera advirtió que presenta cambios genéticos que podrían facilitar su transmisión.
La influenza H3N2 está incluida desde hace años en el esquema de vacunación que se aplica en Chile, junto a H1N1 y un tipo B. Sin embargo, esta cepa corresponde a una modificación del virus original: "Cada cierto tiempo hay un cambio de los antígenos del virus, y cuando esa variación es muy grande, la inmunidad previa y la vacuna no alcanzan a detenerlo. Por eso se vuelve más contagioso".
Rivera planteó que, si el aumento de la circulación viral se mantiene, no se descarta retomar medidas preventivas como el uso de mascarillas en los meses más fríos, especialmente en espacios cerrados o de alta concurrencia.
El cuadro clínico de esta gripe no difiere mayormente del de otras influenzas, con síntomas como fiebre elevada, dolores musculares fuertes, malestar intenso, dolor de garganta y tos seca. Generalmente, los síntomas se extienden por cerca de una semana, aunque pueden prolongarse debido a un síndrome postinfeccioso que aumenta el riesgo de complicaciones.
Entre las complicaciones más frecuentes se encuentran la neumonía, sinusitis y bronquitis purulenta, las que en situaciones graves pueden derivar incluso en la muerte. Por ello, el especialista subrayó la importancia de la inmunización, recalcando que, aunque "no evita por completo el contagio", sí reduce de forma considerable la probabilidad de desarrollar cuadros graves y complicaciones asociadas a la enfermedad.












