Cuando una enfermedad se propaga rápidamente, es común que la gente use términos como "epidemia" y "pandemia" de manera indistinta. Sin embargo, los expertos advierten que esta confusión puede alimentar la desinformación y distorsionar los riesgos reales.
La diferencia entre estos dos conceptos es crucial para entender la gravedad de una situación de salud pública. Una epidemia se refiere a un aumento repentino y localizado de casos de una enfermedad, mientras que una pandemia implica la propagación global de una enfermedad.
"Usar estos términos de manera equivocada puede generar pánico innecesario o, por el contrario, minimizar la gravedad de una situación", explica la Dra. María Gómez, epidemióloga y asesora de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por ejemplo, durante la pandemia de COVID-19, muchas personas utilizaron el término "epidemia" para referirse a la situación global, lo cual distorsionaba la realidad. "Una pandemia es mucho más grave y requiere medidas de salud pública a escala mundial, no solo a nivel local", agrega la experta.
Esta confusión también se ha visto reflejada en las redes sociales, donde la desinformación sobre temas de salud pública ha proliferado. "Cuando la gente usa los términos de manera incorrecta, es más fácil que se difundan noticias falsas o se genere un clima de incertidumbre", advierte el Dr. Juan Pérez, especialista en comunicación de riesgos.
Los expertos coinciden en que es fundamental que la población esté bien informada sobre estos conceptos. "Entender la diferencia entre epidemia y pandemia nos permite tener una visión más clara de la situación y tomar decisiones más acertadas", concluye la Dra. Gómez.




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