El reciente comentario del empresario Javier Floristán sobre el "absentismo laboral" en España ha generado un fuerte debate en redes sociales. Según el cofundador y CEO de Grupo LMssLM, antes de la pandemia el absentismo rondaba el 3-4%, pero ahora se acerca al 8-10%, ya que "con un poquito de fiebre" los trabajadores no van a la oficina.
Sin embargo, el analista de Big Data Alejandro Cencerrado ha compartido una experiencia completamente diferente durante su paso por Dinamarca. "Nunca olvidaré el primer día que un jefe danés se enfadó con un compañero mío por ir al trabajo resfriado, me quedé en shock", relata.
Cencerrado explica que en la cultura laboral danesa está muy mal visto que un empleado vaya a trabajar enfermo, pues se considera que puede contagiar al resto del equipo. "Si estás malo, está mal visto que vayas a trabajar, porque le puedes pegar el virus al resto y que acaben todos malos. Tiene sentido, pero a los que nos hemos criado en la cultura de la penitencia nos sorprende", afirma.
En contraste, el experto señala que "veo tan estúpida la actitud de algunos jefes españoles obligando a sus empleados a ir a trabajar enfermos, como si eso fuera bueno". Esta visión tan diferente entre la cultura laboral española y la danesa pone de manifiesto la necesidad de un cambio de mentalidad en nuestro país.
Los comentarios de Floristán han sido ampliamente criticados en redes sociales, donde los usuarios han compartido sus propias experiencias negativas con jefes que les han obligado a ir a trabajar enfermos. Muchos coinciden en que esta práctica no solo es perjudicial para la salud de los empleados, sino también para la productividad y el ambiente de trabajo.
En definitiva, el caso expuesto por Cencerrado evidencia la importancia de priorizar el bienestar de los trabajadores y fomentar una cultura laboral más empática y responsable, en la que la salud y el cuidado mutuo sean valores fundamentales. Solo así podremos avanzar hacia un entorno de trabajo más saludable y productivo.











