El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) defendió los cambios en el cálculo de las devoluciones del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) y confirmó que, a partir de setiembre de 2027, un grupo de aportantes dejará de recibir devoluciones o las recibirá en menor monto, como consecuencia de una corrección metodológica que, según la cartera, busca subsanar errores de diseño vigentes desde que se implementó el mecanismo de devolución en 2012.
El ajuste se centra en la forma de calcular el Costo Promedio Equivalente (CPE) del Seguro Nacional de Salud (SNS), un indicador clave que representa el costo promedio que le insume al sistema brindar cobertura a una persona a lo largo de toda su vida y que se utiliza como referencia para determinar si corresponde o no una devolución de aportes.
Según explicó el MEF, la metodología vigente partía de dos supuestos incorrectos que terminaban subestimando el costo real del sistema y, en consecuencia, generaban devoluciones mayores a las que correspondían.
Por un lado, se asumía que todos los beneficiarios tuvieron cobertura del SNS desde su nacimiento hasta su fallecimiento, cuando en realidad el sistema comenzó a funcionar recién en 2008 y las incorporaciones fueron graduales. Por otro lado, se utilizaba una única edad de expectativa de vida para todo el cálculo, sin considerar que una parte de la población vive más allá de esos valores.
Para corregir estos problemas, el MEF resolvió introducir dos cambios metodológicos. Por un lado, se incorporarán curvas de supervivencia, que permiten ponderar la probabilidad de que una persona esté viva a cada edad. Por otro, se reconocerá que solo los menores de 18 años tuvieron cobertura desde su nacimiento, mientras que para los mayores de esa edad el cálculo del CPE se hará considerando únicamente los 18 años efectivos de cobertura desde 2008, más los años futuros esperados según la probabilidad de supervivencia.
Como resultado de este ajuste, el costo promedio equivalente por usuario pasará de unos $ 4.828 mensuales a aproximadamente $ 6.693, lo que eleva el umbral de ingresos a partir del cual se generan devoluciones. Esto implica que, según el nivel de ingresos y la composición del núcleo familiar, algunas personas dejarán de recibir devolución y otras continuarán percibiéndola, pero por un monto menor.
El subsecretario de Economía y Finanzas, Martín Vallcorba, explicó que el error en el cálculo del costo tenía un efecto directo sobre las devoluciones, ya que se estaba devolviendo más de lo que correspondía. Sin embargo, aclaró que la reducción de devoluciones, estimada entre US$ 70 y US$ 80 millones, cubre solo una parte menor del déficit del Fonasa, que en 2024 rondó los US$ 820 millones y se financia con rentas generales.
Vallcorba defendió la continuidad del mecanismo de devolución y sostuvo que el problema no era la devolución en sí, sino el cálculo del costo. "Los aportes al Fonasa no son un impuesto, son una contribución especial a la seguridad social y debe haber una razonable equivalencia entre lo que se aporta y lo que se recibe. Acá lo que estaba mal era cómo se calculaba esa contraprestación", afirmó.
El economista señaló además que la corrección no es una iniciativa reciente, sino que se trata de una propuesta elaborada por los servicios técnicos del ministerio que fue planteada por primera vez en 2019, aunque en aquel momento las autoridades políticas resolvieron no avanzar por tratarse de un año electoral y por el "ruido" que la medida podía generar en el debate público.












