Ecuador logró mantener el crecimiento económico durante 2025 a pesar de un contexto internacional adverso y la caída del precio del petróleo, según cifras del Banco Central y el INEC. Si bien el país registró avances en diversos indicadores, la provincia de Imbabura se convirtió en una excepción al no lograr una recuperación plena tras las protestas y paralizaciones que la afectaron gravemente.
El 2025 cerró con resultados económicos favorables para Ecuador, pese a las medidas fiscales adoptadas por el Gobierno, como el aumento del IVA del 12% al 15% para financiar el conflicto armado interno y reforzar la seguridad. Según datos oficiales, el país logró sostener el crecimiento económico en medio de un contexto internacional adverso y la caída del precio del petróleo WTI a USD 57,44 por barril.
El fortalecimiento económico se reflejó en la solidez del sistema financiero, con un crecimiento del 37,9% en las reservas internacionales y un aumento del 15,1% en los depósitos de la banca privada. Además, se registró un crecimiento del 8% en las exportaciones y una recuperación de sectores clave como la construcción (6,7%) y la agricultura (10,1%).
A nivel de los hogares, la inflación bajó de 1,51% a 1,05%, el empleo adecuado subió de 33% a 37,4% y la pobreza total se redujo de 28% a 24%. El mayor dinamismo económico también se vio reflejado en un aumento del consumo interno, con ventas proyectadas por USD 231.530 millones, superiores a las registradas en 2024.
Sin embargo, esta recuperación nacional no se reflejó con la misma intensidad en la provincia de Imbabura. Según la Cámara de Industrias y Producción (CIP), la provincia sufrió pérdidas económicas de entre USD 90 millones y USD 100 millones tras más de un mes de protestas y paralizaciones. Además, Imbabura perdió el feriado de cuatro días por la Independencia de Guayaquil, un periodo en el que la reducción temporal del IVA al 8% impulsó significativamente la actividad turística a nivel nacional.
Posteriormente, durante el feriado de Finados de noviembre, pese a los esfuerzos de reactivación y la reducción temporal del IVA al 8% para servicios turísticos específicos, la provincia apenas reportó un crecimiento económico del 6,4% y una ocupación turística del 38,6%, insuficiente para una recuperación sostenida.
Tras el paro indígena de 2025, que afectó gravemente a Imbabura, Carchi y el norte de Pichincha, el Gobierno implementó el plan de reactivación "Firmes con Noboa", que incluyó el Bono Emprende de USD 1.000 dirigido a comerciantes y pequeños emprendedores afectados. Además, la Prefectura de Imbabura y las alcaldías de los cinco cantones de la provincia articularon eventos y actividades para impulsar la reactivación económica local; sin embargo, estas acciones no lograron generar resultados sostenidos ni de alto impacto.
Si bien estos incentivos representaron un alivio temporal y permitieron inyectar liquidez en la economía local, los indicadores reflejan que, al cierre de 2025, Imbabura aún no logra una recuperación plena, convirtiéndose en una excepción dentro del balance económico positivo que registra el país.












