Una mujer en Tailandia protagonizó un incidente que se volvió noticia internacional después de que reviviera dentro de su ataúd, justo cuando iban a proceder con su cremación. El extraño suceso ha generado interés en torno a la catalepsia, un trastorno neurológico poco frecuente que afecta el movimiento, la postura y la respuesta del cuerpo humano.
Según los detalles, a finales de noviembre pasado, un hombre viajó 500 kilómetros con el cuerpo de su hermana dentro de un ataúd hasta un templo ubicado a las afueras de Bangkok. La mujer llevaba dos años en cama y dos días sin mostrar signos de vida, por lo que su hermano pensó que había fallecido y buscó dónde realizarle la cremación.
Sin embargo, cuando el personal del templo se disponía a iniciar los preparativos, escucharon ruidos que provenían del interior del ataúd. Al abrirlo, se encontraron con que la mujer estaba viva, pues la vieron abriendo ligeramente los ojos y golpeando el costado de la caja.
"La vi abriendo los ojos ligeramente y golpeando el costado del ataúd. Debió haber estado golpeando durante bastante tiempo", relató Pairat Soodthoop, gerente de asuntos generales y financieros del templo Wat Rat Prakhong Tham.
La catalepsia, un trastorno neurológico poco frecuente, es una de las posibles explicaciones a este extraño suceso. Este padecimiento se caracteriza por la disminución del movimiento voluntario y el mantenimiento prolongado de una postura fija, incluso cuando es incómoda, aunque el paciente puede conservar la consciencia.
Según la literatura médica, la catalepsia suele asociarse con la epilepsia, la narcolepsia o trastornos psicóticos. Los especialistas coinciden en que la rigidez muscular, la falta de respuesta a estímulos y la conservación de la consciencia son elementos clave para sospechar un episodio cataléptico.
Casos como el de la mujer de Tailandia incrementan el interés sobre esta condición neurológica, que sigue siendo un reto diagnóstico para los especialistas debido a los vacíos de conocimiento clínico que aún existen.
Aunque los incidentes de personas que reviven momentos antes de ser enterradas o cremadas son poco comunes, han ocurrido en diferentes partes del mundo a lo largo de la historia. En México, uno de los casos más sonados es el del actor Joaquín Pardavé, una de las figuras clave en la Época de Oro del Cine Mexicano, cuya familia desmintió que haya sido enterrado vivo.










