El caso del multimillonario Jeffrey Epstein sigue extendiéndose como una mancha de petróleo, y esta semana le ha tocado el turno a Perú. Se ha revelado que el entonces príncipe Alberto de Mónaco habría recibido una oferta para visitar las líneas de Nazca, pero su curiosidad aparentemente iba más allá de la arqueología.
Según la información, Ganoza, un peruano, habría organizado un viaje para el príncipe Alberto que incluía un sobrevuelo a las líneas de Nazca, esquí acuático en Paracas e incluso polo. Sin embargo, en un correo electrónico Ganoza mencionaba "Sobre las chicas... ¿Qué edad tiene él? Dudo que encuentre a alguien aquí, pero podemos intentar", lo que sugiere que el verdadero propósito del viaje era contactar con una red de proxenetismo.
Si bien el príncipe Alberto ha negado todo, la interlocutora de Ganoza y el príncipe recibió una condena de 20 años de prisión por sus actividades. Esto no sería el primer caso de miembros de la familia real británica que han visitado Perú buscando escapar de las miradas del público y la prensa.
El duque de Gales, luego Eduardo VIII, visitó Perú en 1931, y la duquesa de Kent lo hizo en 1959. Este mismo año también pasó por aquí la duquesa de Edimburgo, en un viaje de relaciones diplomáticas. Parece que los desiertos al sur de Lima son un destino recurrente para los miembros más "movidos" de la familia real británica.
A estas alturas, el caso Epstein está a punto de eclosionar por las presiones al Ministerio de Justicia de los Estados Unidos para que termine de revelar los documentos relacionados. Se esperan más sorpresas, incluyendo la posibilidad, aunque remota, de que el avión de Epstein le haya dado a Donald Trump una vuelta secreta por Perú.











