Dos turistas de Comodoro Rivadavia, Sebastián Vargas de 35 años y Facundo Herrera de 23 años, perdieron la vida el pasado fin de semana en Ituzaingó, Corrientes, al ser arrastrados por la fuerte corriente del río Paraná.
Según los testigos, los jóvenes habían ingresado al agua a pesar de las advertencias sobre los riesgos de la zona, que no está habilitada para el baño debido a la peligrosa corriente y la presencia de pozos. Pocos minutos después de entrar al río, los hombres fueron arrastrados por la corriente.
De inmediato, se inició un intenso operativo de búsqueda liderado por efectivos de la Prefectura Naval Argentina, con apoyo de la Policía de Corrientes. Lamentablemente, los buzos tácticos encontraron los cuerpos sin vida en el mismo lugar donde habían desaparecido.
La zona donde ocurrió el trágico accidente cuenta con señalizaciones que advierten sobre la prohibición de ingresar al agua, debido a la peligrosa corriente y la presencia de pozos que la hacen impredecible, según informó el diario local El Libertador.
Las autoridades lamentan profundamente este fatal desenlace y hacen un llamado a la población a respetar las indicaciones de seguridad, especialmente en áreas acuáticas que no están habilitadas para el baño. Los familiares y amigos de las víctimas se encuentran conmocionados por esta tragedia.











