El Día de los Santos Inocentes se celebra cada 28 de diciembre, una fecha muy popular en países de América Latina que tiene sus orígenes en los inicios del catolicismo tras un trágico suceso. Esta festividad cristiana fue fundada durante el siglo IV en homenaje a cientos de jóvenes mártires que fueron víctimas del Rey Herodes tras la persecución del Mesías.
Según el Evangelio de San Mateo, el Rey Herodes, gobernante de Judea, se sintió amenazado por la llegada del Mesías, el "Rey de los Reyes". Cuando los Reyes Magos le informaron sobre el nacimiento de Jesús en Belén, Herodes ordenó la ejecución de todos los recién nacidos en esa ciudad, provocando la muerte de cientos de niños.
Posteriormente, la Iglesia Católica decidió considerar a estos niños como mártires que protegieron a Jesús, y en el siglo IV se eligió celebrar el Día de los Santos Inocentes en su honor. En la Edad Media, esta fecha se fusionó con una festividad pagana llamada la Fiesta de Locos, que consistía en el último carnaval del año.
Así, el 28 de diciembre se convirtió en una oportunidad para realizar bromas y chistes a las personas. Cuando alguien cae en estos pequeños engaños, se los denomina como "inocentes". En Estados Unidos, existe otra fecha similar conocida como el "April Fools' Day", que se lleva a cabo cada 1 de abril, pero posee un origen distinto.
En la actualidad, esta jornada es considerada como un día festivo, especialmente en países de Latinoamérica, donde se la denomina como Día de los Inocentes. Durante esta fecha, muchas personas aprovechan para gastar bromas a sus seres queridos y amigos, manteniendo viva una tradición que se remonta a los inicios del cristianismo.











