Los trabajadores mineros de las empresas estatales Huanuni y Colquiri, dependientes de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), gozan de sueldos por encima de los Bs 30.000 y, en muchos casos, superan hasta los Bs 50.000 mensuales, entre el salario básico, bonos y otros beneficios económicos a los que acceden como funcionarios dependientes del Estado.
Esta información se desprende de una planilla de 465 trabajadores a la que tuvo acceso el diario El Deber. Según este documento, 64 trabajadores mineros están con un sueldo superior a los Bs 30.000 mensuales, mientras que 39 dependientes de Huanuni y Colquiri ganan por encima de los Bs 32.000. Incluso, se registran 9 asalariados que se benefician con un monto superior a los Bs 50.000.
Sin embargo, estos mismos trabajadores mineros son los que desde el 22 de diciembre lideran las movilizaciones de protesta contra el Gobierno en la ciudad de La Paz, exigiendo la abrogación del Decreto Supremo 5503 que, entre otros puntos, elimina la subvención de la gasolina y del diésel. Además, demandan al Gobierno la reducción de sus propios sueldos, así como los de los senadores y diputados.
El tema de los altos sueldos que tienen los trabajadores mineros de la Comibol es un "secreto a voces", según señalan los mismos exdirigentes del sector. Hace 10 años, en 2015, durante la tercera gestión de Evo Morales, se acordó que nadie podía ganar más de Bs 25.000 al mes, e incluso se determinó rebajar los salarios de los mineros que ganaban mensualmente entre Bs 30.000 y Bs 45.000.
Tras el anuncio y la eliminación de la subvención estatal al diésel y a la gasolina, el único sector que rechaza la medida es la dirigencia de la Central Obrera Boliviana (COB), precisamente liderada "tradicionalmente" por un trabajador minero de la estatal Huanuni. El sucesor de Juan Carlos Huarachi, detenido por corrupción, es el minero Mario Argollo, quien sería uno de los que percibe los sueldos más altos en la estatal minera.
La protesta de los mineros asalariados genera rechazo y protesta en la ciudadanía paceña, que se enfrenta a los movilizados en las calles bloqueadas que a diario retumban con la explosión de petardos y dinamitas. En el Parlamento, el único que respalda la protesta y exige la abrogación del Decreto 5503 es el vicepresidente Edman Lara.
