El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha anunciado una importante remodelación de la cúpula del Ejército colombiano, con la sustitución de hasta ocho comandantes y segundos comandantes de las Fuerzas Militares del país. La medida, que Petro justifica como necesaria para "hacer frente a los desafíos del 2026", ha generado interrogantes sobre las razones que hay detrás de este cambio en el alto mando.
Según el anuncio presidencial, la prioridad será "la seguridad y la democracia", y la nueva cúpula militar avanzará "de la mano de todo el pueblo, para proteger la vida y alcanzar la paz". Petro destacó los logros de los hasta ahora integrantes de la cúpula, como el "récord histórico en incautación de cocaína" en 2025, la "neutralización de más de 4.400 integrantes de los más peligrosos carteles del narcotráfico" y el "incremento de los efectivos de la fuerza pública" en un 6% frente a las disminuciones registradas en los gobiernos anteriores.
Sin embargo, la decisión de reemplazar a estos mandos militares, que parecían estar realizando una labor efectiva, ha generado dudas. ¿Qué hay detrás de este cambio en la cúpula del Ejército colombiano? ¿Tiene Petro algún plan estratégico o motivos ocultos para esta reorganización?
Algunos analistas sugieren que Petro podría estar buscando afianzar su control sobre las Fuerzas Armadas y asegurar una mayor lealtad a su agenda política. Otros apuntan a la posibilidad de que el presidente esté preparando el terreno para emprender una ofensiva más agresiva contra el narcotráfico y los grupos armados, lo que requeriría un liderazgo militar más afín a sus objetivos.
Sea cual sea la razón, lo cierto es que este cambio en la cúpula militar colombiana llega en un momento de gran importancia para el país, con Petro enfrentando importantes desafíos en materia de seguridad y estabilidad. La forma en que se desarrolle esta transición en el mando de las Fuerzas Armadas será clave para entender las intenciones y el rumbo que el presidente Petro tiene en mente para Colombia.










