Javier Milei, el líder del partido La Libertad Avanza, ha cerrado el primer tramo de su gestión de forma airosa en términos políticos, a pesar de los desafíos y tensiones que ha enfrentado desde que asumió la presidencia.
Apenas al inicio de su mandato, Milei se encontró con una situación complicada: no tenía intendentes ni gobernadores propios, ocupaba solo 37 bancas en la Cámara de Diputados y 7 en el Senado, y sus propios legisladores se peleaban entre sí. Además, tuvo que lidiar con varias crisis enlazadas, como el caso Libra, las denuncias de corrupción en la Agencia de Discapacidad y las corridas cambiarias.
Sin embargo, el triunfo electoral, apoyado en la baja de la inflación y el orden en las calles, recompuso su liderazgo y dejó a la oposición aún más en tinieblas. Uno de los logros clave fue la aprobación del Presupuesto 2026, aunque no es exactamente el que Milei quería.
Ahora, el mandatario y su ministro de Economía, Luis Caputo, sostienen que se han generado las bases para el crecimiento de la economía. Milei estima un despegue de entre el 5% y el 7% de la actividad y anunció que el índice inflacionario de agosto empezará con el cero adelante. No obstante, la economía se frenó en octubre, y el crecimiento acumulado de este año cerraría entre 4% y 4,5%.
El oficialismo tiene por delante la reforma laboral y la tributaria, que ha debido postergar por la falta de apoyo, pero que considera clave para dar señales a inversores y a Estados Unidos, que monitorea los movimientos a través del FMI y del propio Trump.
Según el politólogo Andrés Malamud, la estrategia de Milei ha combinado el dogma y la confrontación en el plano retórico, con el pragmatismo y la negociación en el práctico. Esta combinación le ha dado mejores resultados que a los líderes "normales" que lo antecedieron, pero aún queda mucho por ver en el segundo tiempo de su gestión.
El historiador y analista político Rosendo Fraga sostiene que Milei ha dado un paso clave al obtener el tercio de una de las Cámaras, lo que le asegura el poder de veto. Sin embargo, esto no es visto como algo positivo desde una perspectiva institucional, ya que Milei gobernará de esa manera, en lugar de la negociación, que Fraga considera inherente a la política.
En cuanto a la oposición, el peronismo sigue atrapado en su interna, con diferencias entre los dirigentes que se reivindican como cristinistas. Mientras tanto, el pastor y conductor de TV Dante Gebel ha surgido como una nueva figura que podría representar una alternativa al mileísmo, aunque aún es demasiado pronto para saber si tendrá un impacto real en la política argentina.
