Las autoridades colombianas han confirmado que reactivarán las fumigaciones de cultivos ilegales de coca con el herbicida glifosato, pero esta vez utilizando drones en lugar de aspersión aérea. Esta medida forma parte de las estrategias implementadas por el Gobierno del presidente Gustavo Petro para combatir el narcotráfico en el país.
El ministro de Justicia, Andrés Idárraga, explicó que la fumigación terrestre con drones se realizará a una altura máxima de 1,5 metros sobre los cultivos, con el objetivo de controlar que el herbicida no afecte la salud de las personas. Según las autoridades, este método permite cubrir hasta una hectárea de hoja de coca en 30 minutos, de manera más controlada y precisa que la aspersión aérea.
La aspersión con glifosato fue suspendida en Colombia en 2015 debido a las preocupaciones sobre sus impactos ambientales y en la salud de la población. Sin embargo, el Gobierno actual ha decidido reactivar esta estrategia, pero con el uso de tecnología de drones para mitigar los efectos negativos.
El plan piloto de fumigación con drones comenzará esta semana en el departamento del Cauca, una de las zonas más afectadas por los cultivos ilegales de coca. Las autoridades esperan recibir la aprobación definitiva de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales en los próximos días para poder iniciar la implementación del programa.
Esta decisión del Gobierno colombiano se enmarca en sus esfuerzos por combatir el narcotráfico y los cultivos ilícitos, que siguen siendo un desafío importante para el país. El uso de tecnología como los drones busca encontrar un equilibrio entre la efectividad de las estrategias antidrogas y la protección del medio ambiente y la salud de la población.










