San Francisco, una de las ciudades más tecnológicas de Estados Unidos, fue sumida en la oscuridad y el caos el pasado sábado por la noche debido a un apagón eléctrico masivo que dejó a más de 130.000 residentes sin suministro.
El corte de luz, provocado por un incendio en una subestación eléctrica, afectó amplias zonas de la ciudad, paralizando el transporte público, dejando semáforos apagados y obligando a las autoridades a pedir a la población que permaneciera en sus casas y evitara circular por las calles.
El alcalde de San Francisco, Daniel Lurie, confirmó que el apagón había sido causado por el incendio en la subestación y advirtió que aún no se sabía cuándo se restablecería por completo el servicio eléctrico. Mientras tanto, el Departamento de Gestión de Emergencias de la ciudad recomendó evitar viajes no esenciales debido a las "afectaciones significativas en el tránsito".
Las imágenes de las calles de San Francisco sumidas en la oscuridad y con el tráfico paralizado se viralizaron rápidamente en las redes sociales, reflejando el caos y la preocupación que se vivió en la ciudad durante la noche del sábado.
Horas más tarde, la empresa eléctrica aseguró haber estabilizado la red y descartado nuevas interrupciones, aunque advirtió que aún no podía confirmar si el suministro sería restablecido por completo durante la madrugada del domingo.
Este apagón masivo en una de las ciudades más tecnológicamente avanzadas de Estados Unidos pone de manifiesto la vulnerabilidad de las redes eléctricas ante incidentes inesperados y la importancia de contar con sistemas de respaldo y planes de emergencia efectivos para garantizar la seguridad y el bienestar de la población.










