Los Patios de Córdoba, reconocidos como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, han abierto sus puertas para celebrar la Navidad con una programación especial que incluye flores de temporada, belenes, música y degustaciones típicas.
Más de cuarenta recintos en distintos barrios históricos de la ciudad han adaptado esta tradición cordobesa a las fechas navideñas sin perder su esencia. Los propietarios de los patios participantes han destacado la gran afluencia de público, especialmente los fines de semana, y la creciente participación del vecindario.
En el barrio del Alcázar Viejo, Rafael Córdoba, propietario del patio de la calle Postrera, 28, ha valorado positivamente el desarrollo del programa, señalando que la combinación de diferentes atractivos, como los colores de la flor de Pascua, otras plantas de temporada, la degustación de polvorones de Rute, el vino y la música, es muy apreciada por los visitantes.
En el barrio de San Basilio, uno de los enclaves principales del recorrido, Meritxell Valle, propietaria del patio número 40, ha indicado que la edición "está siendo muy bonita" y con "mucha afluencia", especialmente los sábados y domingos por la tarde. Destaca la presencia de público local, que disfruta de ver a los grupos por la calle cantando, los licores, los patios decorados y la historia del espacio.
Carmen Ibáñez Moyano, del patio de San Basilio, 14, ha descrito un ambiente "muy bueno", con gente "animada" y una clara presencia del espíritu navideño, a pesar del tiempo inestable de los últimos días. Uno de los aspectos más destacados es "ver vida en el patio" y comprobar que "las tradiciones siguen" vivas.
Por su parte, Teresa Muñoz, del patio de San Basilio, 20, ha resaltado la elevada presencia de público durante los fines de semana, que disfruta de "la música, los licores, los dulces y la decoración navideña". En este caso, también se ha pensado en los niños, con bebidas sin alcohol para que participen del brindis.
Se trata de una oportunidad única para disfrutar de estos enclaves patrimoniales de una manera diferente, alejados de su estampa habitual de mayo, y vestidos con la magia de la Navidad.












