El Grupo Financiero Acobo esbozó una serie de proyecciones y posibles escenarios para el próximo año, que las personas inversionistas pueden considerar al momento de tomar decisiones. La principal conclusión de los expertos del grupo es que "el 2026 no será un año de certezas, sino de decisiones informadas".
Según el análisis de Acobo, el entorno internacional está marcado por la política monetaria, los reacomodos del comercio global y una creciente demanda por estrategias de inversión diversificadas y responsables. Tras la reducción de un cuarto de punto porcentual en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), la firma considera que podría iniciarse un ciclo de recortes adicionales, siempre que la inflación retome una senda de desaceleración.
Esta dinámica será determinante para el comportamiento del mercado de renta fija y de las bolsas internacionales, según la gerente general de Acobo Puesto de Bolsa, Adriana Rodríguez. Ella señaló que el próximo año será un "escenario interesante" para quienes invierten, debido a la confluencia de varias fuerzas económicas que podrían mover los mercados en distintas direcciones.
Uno de estos factores es que, si la FED confirma un ciclo de reducciones en las tasas, los precios de los bonos tenderían a subir, lo que generaría oportunidades para quienes buscan valorizar su portafolio. Sin embargo, el desempeño de los mercados también estará ligado al crecimiento de las empresas, la evolución del consumo en Estados Unidos y los efectos acumulados de los aranceles y las políticas comerciales recientes.
A nivel nacional, los analistas de Acobo señalaron que el consumo se ha contraído durante varios trimestres, mientras que el crédito ha disminuido debido a una menor demanda por parte de los hogares. Asimismo, destacaron la fuerte apreciación del colón cercana al 30% en un periodo relativamente corto , lo cual podría generar consecuencias adversas para el sector exportador, el turismo y la cadena de servicios vinculada a estas actividades.
Pese a estos riesgos, como el consumo debilitado, la inflación persistente y la incertidumbre política, Rodríguez indicó que se mantiene la demanda por deuda costarricense y que los rendimientos actuales continúan sobrecompensando los riesgos. En este contexto, el grupo financiero considera que las mejores oportunidades surgirán para quienes estructuren portafolios resilientes, diversificados y adaptados al nuevo ciclo económico.










