Después de tres años de trámite, el Senado boliviano aprobó finalmente el proyecto de Ley N. 068/2025-2026, que viabiliza un préstamo de 15.000 millones de yenes equivalentes a $us 95,9 millones con la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA). Este financiamiento había sido ofrecido al país y permanecía pendiente de tratamiento legislativo.
La norma fue aprobada en sus dos estaciones, en grande y en detalle, con el respaldo de la mayoría de los senadores. Tras la votación, el presidente de la Cámara Alta, Diego Ávila, remitió el proyecto al Órgano Ejecutivo para su promulgación.
El crédito, que inicialmente fue gestionado para atender la emergencia sanitaria por el Covid-19, será utilizado para reponer los gastos ejecutados por el Estado en las gestiones 2021 y 2022, de acuerdo con la justificación oficial.
La aprobación legislativa coincide con las gestiones diplomáticas realizadas por Japón para ampliar la vigencia del financiamiento. El embajador japonés en Bolivia, Hiroshi Onomura, informó en noviembre que su país ya había recibió la solicitud de ampliación del contrato del crédito de casi $us 100 millones con la JICA, cuyo plazo vencía en noviembre.
El embajador también había expresado su respaldo a las expectativas de la población boliviana de superar los retos económicos, como la escasez de dólares y de combustibles, y ratificó el compromiso de cooperación japonesa.
Las declaraciones fueron realizadas tras la posesión de Rodrigo Paz y Edmand Lara como presidente y vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, acto al que Onomura asistió este sábado en la ciudad de La Paz.
Las condiciones del crédito tienen que ver con mecanismos de asistencia, como la implementación de reformas estructurales y la presentación de informes periódicos sobre el uso de los fondos.
Este préstamo se suma a otros créditos aprobados recientemente por la Cámara de Diputados, como los $us 550 millones de la Corporación Andina de Fomento (CAF), lo que eleva el total de nuevos financiamientos a más de $us 675 millones.
Estos recursos llegan en un momento crucial para la economía boliviana, que enfrenta desafíos como la escasez de dólares y la crisis de combustibles. El gobierno del presidente Rodrigo Paz ha anunciado una serie de medidas para enfrentar estos retos, entre ellas, la liberación de las exportaciones y el incremento de los salarios.











