El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que un gobierno impuesto en el país "no duraría ni 47 horas", al acusar a Estados Unidos de maniobrar para hacer de Caracas una "colonia". Maduro hizo estos comentarios un día después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenara el bloqueo de los petroleros sancionados que entren y salgan de las costas venezolanas y exigiera la devolución de un crudo que, según afirma, le pertenece.
En un acto transmitido por la televisión estatal, Maduro denunció la "pretensión guerrerista y colonialista" así como la "inmensidad de las agresiones" de Washington contra Venezuela. El mandatario venezolano hizo un llamamiento a los militares colombianos para lograr una "unión perfecta" ante "todo el mal que nos trata de hacer el imperio estadounidense hoy".
Maduro también abordó con el secretario general de la ONU, António Guterres, la escalada de tensiones entre Washington y Caracas, denunciando el "asedio" contra su país, después de que Estados Unidos haya declarado "organización terrorista" al Gobierno venezolano y bloqueado toda su flota petrolera.
Ante esta situación, el Gobierno venezolano ha solicitado la convocatoria urgente de una reunión en el Consejo de Seguridad de la ONU para discutir las "medidas necesarias" ante lo que ha calificado de "agresión abierta y criminal" del país norteamericano.
Las declaraciones de Maduro se producen en medio de una profunda crisis política y económica en Venezuela, con una hiperinflación galopante, escasez de alimentos y medicinas, y millones de ciudadanos que han huido del país. La oposición y gran parte de la comunidad internacional no reconocen la legitimidad de Maduro como presidente, tras unas elecciones que fueron ampliamente cuestionadas.
Mientras Maduro se aferra al poder, el gobierno de Trump ha endurecido las sanciones y presiones contra el régimen venezolano, buscando forzar un cambio de gobierno. Sin embargo, Maduro insiste en que cualquier intento de imponer un gobierno en Venezuela "no duraría ni 47 horas", en una clara advertencia a Estados Unidos y sus aliados.












