El Gobierno boliviano anunció la realización de un nuevo estudio sobre el consumo legal de la hoja de coca, con el objetivo de reforzar los planes para la erradicación de la coca ilegal y la lucha contra el narcotráfico.
Según el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Ernesto Justiniano, el informe de Monitoreo de Cultivos de Coca 2024, financiado por la Unión Europea, refleja que la cantidad de cultivos de coca aumentó en un 10% en el país en relación a 2023, y solo el 41% de la producción fue comercializada en los dos mercados legales.
Justiniano indicó que la erradicación de la hoja de coca ilegal es un tema prioritario, ya que la situación actual hace que Bolivia esté en la mira por la cantidad de cocaína que produce. Señaló que, en 2016, se autorizó el cultivo de 22 mil hectáreas de coca, de las cuales 7 mil fueron destinadas a la producción de cocaína.
"Lo que no se puede permitir es que tengamos cada vez más coca sembrada para la producción de cocaína", recalcó el viceministro, quien anunció que se buscará generar acuerdos con los cocaleros y enfatizar que la lucha contra el narcotráfico no solo es trabajar con los efectos de la cocaína producida, sino evitar la producción.
Justiniano también reveló que el Gobierno anterior frenó la publicación del informe de la Unodc sobre el cultivo de coca en el Chapare, donde se indica que el 91,5% de la coca cultivada en esa región va al mercado ilegal. Ahora, el Gobierno actual prepara cambios a la Ley General de la Coca para abordar el problema del cultivo ilegal en esa zona.
El viceministro destacó que los porcentajes de coca ilegal incautados son muy bajos y que, por cada 100 toneladas de droga producida, solo se incauta el 10%, lo que evidencia la presencia del crimen organizado en Bolivia. Por ello, considera que la erradicación de los cultivos excedentes es fundamental para combatir el narcotráfico.
