La Unión Europea ha dado un importante paso hacia el fortalecimiento de su capacidad de defensa al aprobar formalmente el reglamento que permitirá canalizar fondos de diversos programas de la UE para incentivar inversiones relacionadas con la defensa. Este plan, conocido como "Rearmar Europa", busca reforzar la base industrial y tecnológica de defensa europea ante los crecientes desafíos geopolíticos.
La nueva legislación introduce ajustes jurídicos que facilitarán la financiación de tecnologías de doble uso y fortalecerán la Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa (STEP) y otros programas clave de la UE como el Fondo Europeo de Defensa, Horizonte Europa y el Mecanismo Conectar Europa.
Uno de los aspectos más relevantes es que se permitirá la asociación de Ucrania al Fondo Europeo de Defensa, abriendo nuevas oportunidades para que entidades ucranianas participen en actividades de investigación y desarrollo colaborativos en materia de defensa de la UE. Esto subraya el compromiso de la Unión con la seguridad y la gradual integración de Ucrania en la base industrial y tecnológica de defensa europea.
Además, el reglamento introduce normas específicas sobre el establecimiento y control de las entidades elegibles para estos fondos, similares a las acordadas en el contexto de otros instrumentos como SAFE (préstamos a inversiones militares conjuntas) o el EDIP (Programa Europeo de la Industria de Defensa). Esto permitirá tener en cuenta la particularidad de las actividades de defensa.
La aprobación de este reglamento se enmarca en los esfuerzos de la UE por mejorar su preparación militar y aumentar las inversiones en el sector de la defensa, tal y como solicitó el Consejo Europeo en marzo pasado. Estas medidas se complementan con el "paquete ómnibus de preparación para la defensa" presentado por la Comisión Europea en junio, sobre el que se espera que comiencen las negociaciones entre el Consejo y el Parlamento Europeo el próximo año.
En conjunto, estas iniciativas buscan fortalecer la autonomía estratégica y la capacidad de defensa de la Unión Europea en un contexto geopolítico cada vez más complejo.












