Bolivia amaneció este jueves con incertidumbre, filas largas en las gasolineras y amenazas de protestas sociales tras el retiro de la subvención de los combustibles anunciado en la víspera por el presidente Rodrigo Paz, junto con otras medidas ante la crisis económica que vive el país en los últimos meses.
Las filas de vehículos en las estaciones de servicio se extendieron por varias cuadras, mientras que los conductores expresaban su preocupación por el aumento de los precios de los combustibles. Según fuentes oficiales, el retiro del subsidio provocará un incremento de entre 30% y 50% en el valor de la gasolina y el diésel.
"Esto va a afectar mucho a la gente, sobre todo a los más pobres. Los precios de todo van a subir y no sé cómo vamos a hacer para llegar a fin de mes", comentó María Jiménez, una ama de casa de 52 años que hacía fila para cargar combustible.
Por su parte, dirigentes sociales y sindicales han convocado a manifestaciones y paros en rechazo a la medida. "No vamos a permitir que nos quiten este beneficio. Saldremos a las calles hasta que den marcha atrás", advirtió el líder de la Central Obrera Boliviana, Juan Choque.
El presidente Paz justificó la decisión argumentando que el subsidio a los combustibles era insostenible y representaba una carga fiscal de más de $us 600 millones anuales para el Estado. "Lamentablemente, no podemos seguir manteniendo este gasto que nos está ahogando económicamente. Tenemos que tomar medidas duras, pero necesarias, para enfrentar la crisis", señaló.
Sin embargo, la oposición y diversos sectores sociales han criticado duramente la medida, calificándola de "impopular" y "perjudicial para los más vulnerables". Algunos analistas advierten que el retiro del subsidio podría desencadenar una ola de protestas y movilizaciones que podrían poner en riesgo la estabilidad política del país.
"Esto va a generar mucho descontento y conflictividad social. El gobierno tendrá que lidiar con manifestaciones y bloqueos de carreteras en las próximas semanas", pronosticó el analista político Ernesto Gutiérrez.
Ante este escenario, el gobierno ha anunciado un paquete de medidas complementarias, como subsidios focalizados para el transporte público y la implementación de un bono para familias de bajos recursos. Sin embargo, los críticos consideran que estas iniciativas son insuficientes y no lograrán mitigar el impacto de la quita del subsidio a los combustibles.












