La reelección por ocho años más del titular de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ), Jorge Alejandro Ortiz Ramírez, ha generado críticas entre expertos en el tema, quienes consideran que todo el proceso fue una "simulación" para favorecer su continuidad en el cargo.
El pasado lunes, el Congreso de Jalisco eligió a Ortiz Ramírez con 34 de los 38 votos posibles, lo que significa que diputadas y diputados de todos los partidos políticos representados optaron por dejar ocho años más a un perfil que, según los cuestionamientos, "no molesta" a la clase política y gubernamental al señalar corruptelas o exigir cuentas claras.
El proceso de evaluación y selección, realizado por el Comité de Participación Social (CPS) del Sistema Estatal Anticorrupción, fue calificado por expertos como "claramente diseñado para favorecer al auditor en funciones". Ante estas críticas, el CPS deberá transparentar urgentemente el proceso si quiere desvirtuar las acusaciones de manipulación que "siempre han prevalecido en los procesos de designaciones públicas en Jalisco".
La decisión de la clase política y gubernamental de Jalisco de optar por la "continuidad de la fiscalización cómoda" que representa el trabajo de Ortiz Ramírez, contrasta con la lucha que hace una década respaldó y enarboló como bandera el ahora gobernador Pablo Lemus, cuando exigía limpiar y combatir la corrupción en la ASEJ.
Según los cuestionamientos, la búsqueda de un auditor "carnal" por parte de la elite política y gubernamental de Jalisco, hace extrañar aquella lucha anticorrupción. Ahora, para no volver a padecer ocho años a un auditor "a modo" de los intereses partidistas y de los poderes legales y fácticos, será necesario que la ciudadanía y sus nuevos liderazgos reinicien esa agenda, exigiendo al titular de la ASEJ una ruta distinta a la que transitó en su primer periodo, en la que la recuperación de los montos observados por irregularidades para la Hacienda Pública "ya no siga siendo casi nula".
