El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este miércoles que Venezuela les quitó los derechos petroleros a las empresas estadounidenses y dijo que los quiere de vuelta.
Trump declaró a la prensa desde la base aérea Andrews, a las afueras de Washington, que "Recuerden que nos quitaron todos nuestros derechos energéticos. Nos quitaron todo nuestro petróleo no hace tanto. Lo queremos de vuelta. Nos lo quitaron ilegalmente".
Estas declaraciones se producen un día después de que Trump anunciara que ha ordenado un bloqueo total a la entrada y salida de Venezuela a buques petroleros sancionados por el gobierno estadounidense. El mandatario intensificó la presión sobre Venezuela, un país dependiente del negocio petrolero, tras incautar la semana pasada un buque que había salido del país suramericano y confiscar el crudo que transportaba.
La industria petrolera venezolana fue nacionalizada en 1976 durante la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez, y en 2007 el entonces presidente Hugo Chávez modificó las reglas sobre la industria petrolera para obligar a las transnacionales a convertirse en socias minoritarias de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) o retirarse del país.
A pesar de la tensión entre Washington y Caracas, la empresa estadounidense Chevron opera en Venezuela asociada con Pdvsa gracias a una licencia del Departamento del Tesoro que la exime de las sanciones impuestas al crudo venezolano.
El subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, aseguró este miércoles que Estados Unidos creó la industria petrolera de Venezuela y calificó su nacionalización como "el mayor robo registrado de riqueza y de propiedad estadounidense".
Hasta ahora, la Administración de Trump aseguraba que su estrategia de presión sobre Venezuela buscaba combatir el narcotráfico, pues acusa al gobierno de Nicolás Maduro de liderar el Cartel de los Soles. Sin embargo, las declaraciones de Trump y Miller sugieren que la recuperación de los derechos petroleros es un objetivo central de la política estadounidense hacia Venezuela.
Las Fuerzas Armadas estadounidenses han destruido desde septiembre una veintena de embarcaciones en el Caribe y el Pacífico que supuestamente iban cargadas de droga, asesinando extrajudicialmente a al menos 95 tripulantes. Estas acciones se enmarcan en la estrategia de presión de Trump sobre Venezuela, que parece estar cada vez más enfocada en el control de los recursos energéticos del país.












