El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha justificado el mayor despliegue militar en décadas en Latinoamérica como una maniobra para combatir a los carteles de narcotráfico, delito del que acusa al presidente venezolano, Nicolás Maduro, como uno de los principales responsables.
Desde agosto del año pasado, Estados Unidos inició el mayor despliegue naval en el Caribe desde 1989, que ha estado acompañado de más de 20 ataques contra supuestas narcolanchas, en las que han muerto más de 90 personas. La Administración Trump no ha revelado la identidad de ninguno de los fallecidos ni pruebas que demuestren el cargamento de las embarcaciones atacadas.
Presidentes de la región como Gustavo Petro y Lula da Silva han calificado estos ataques como "ejecuciones extrajudiciales", mientras instituciones como Human Rights Watch y Naciones Unidas han mostrado su rechazo y planteado dudas sobre su legalidad.
Si bien Washington no ha indicado directamente que su operación en el Caribe apunte específicamente a Maduro, sí implica una amenaza tácita para él bajo la denominación de supuesto capo de la droga. El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó al propio Maduro de cargos de "narcoterrorismo" en 2020.
Bajo este panorama, Trump ha escalado sus acciones contra los carteles de droga, a los que considera "objetivos legítimos" y ha designado como "organizaciones terroristas". Además, Washington aumentó de 25 a 50 millones de dólares la recompensa por información que facilite la captura del líder chavista.
Las declaraciones de Trump y Maduro, las operaciones paralelas al despliegue en el Caribe y la renovada política exterior de Washington ponen en relieve otros motivos más allá de la lucha contra el narcotráfico. El mandatario republicano ha abierto un nuevo capítulo de su despliegue en el Caribe con la interceptación de un buque petrolero venezolano, al que acusó de transportar crudo sancionado.
Expertos señalan que la idea de que existe Venezuela, con petróleo, minerales y tierras raras en el hemisferio y cuyos principales aliados son China y Rusia, "es algo que realmente no encaja en la visión del mundo de Trump". La 'Operación Causa Justa' en Panamá en 1989 es el antecedente más próximo del despliegue militar que hoy ejecuta Washington en el Caribe.
Sin embargo, existen diferencias notables entre ambas situaciones, como el contexto global tras el fin de la Guerra Fría y la falta de pruebas contundentes sobre los vínculos de Maduro con el narcotráfico, a diferencia del caso de Noriega en Panamá.
Sobre qué ocurrirá a continuación, Trump ha indicado que, una vez que Estados Unidos tome el control del espacio aéreo y los mares que rodean Venezuela, solo quedaría pasar a una acción por tierra. Pero fiel a su estilo impredecible, ha dado giros en sus declaraciones, sin aclarar si todas estas razones están enlazadas para apuntar a un solo objetivo: Nicolás Maduro.












