La crisis económica en Argentina ha golpeado fuertemente a las mujeres de la capital, quienes se ven obligadas a recurrir al trabajo informal en bicicleta para repartir comida y obtener ingresos enjutos, ante la falta de empleos fijos o de jornada completa.
Según datos oficiales del Instituto de Estadísticas y Censos porteño (Idecba), en el tercer trimestre de 2022 se perdieron 49 mil puestos de trabajo en el sector privado en la Ciudad de Buenos Aires, dejando a un 6,3% de la población económicamente activa sin empleo.
La brecha de género es evidente: mientras la tasa de desempleo masculina es del 5,2%, en las mujeres asciende al 7,4%, conformando el 57,8% de los desocupados en la capital. Además, la subocupación horaria afecta al 8,2% de la población activa.
Las zonas más golpeadas son las del sur de la ciudad, con una tasa de desempleo del 7,4%, superior al promedio general. En contraste, las áreas norte y centro muestran indicadores más favorables.
Por edades, los extremos son los más afectados, con tasas de actividad del 27,4% entre los jóvenes de hasta 24 años y del 24,4% en mayores de 65.
La dura realidad que enfrentan las mujeres porteñas las ha llevado a buscar alternativas en el trabajo informal, como el reparto en bicicleta, para poder obtener ingresos y sostener a sus familias en medio de la crisis. Una situación que evidencia la necesidad urgente de políticas públicas que aborden esta problemática de género y territorial.
