El Museo Nacional de Arte (Munal) de México no se limita a ordenar obras en una línea cronológica impecable ni a confirmar relatos ya conocidos. Su labor curatorial implica decidir desde dónde se cuenta la historia del arte mexicano, qué voces se privilegian y cuáles se ponen en tensión.
"No hay receta", insisten los curadores del Munal. "Hay investigación, diálogo y fricción". El museo, conformado por una colección nacional hecha de colecciones previas, se enfrenta al reto de articular una narrativa que refleje la complejidad del arte mexicano.
"El acervo se ha convertido en la columna vertebral de todas las exposiciones. Es desde ahí que podemos narrar la historia cultural de un país tan complejo como México", subraya Luis Josué Martínez Rodríguez, jefe de Curaduría del Munal.
Esa complejidad no solo está en las obras, sino también en el propio espacio que las contiene. El edificio del Munal, originalmente diseñado como una secretaría, ha sido adaptado a lo largo del tiempo para albergar una colección que abarca desde la segunda mitad del siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XX.
La labor curatorial en el Munal implica decisiones clave sobre qué voces y narrativas se privilegian. "Colocar a María Izquierdo como una de las grandes pintoras del acervo, sin necesidad de subrayar su género, o mostrar a Los Contemporáneos junto a la Escuela Mexicana de Pintura, rompe la historia monolítica", explica Ramón Avendaño Esquivel, curador del museo.
Para los curadores, curar también significa hacer "grietas en los relatos" y mostrar que la historia del arte mexicano no es fija ni definitiva. "Curamos para una diversidad enorme. No tenemos un nicho específico. Recibimos turistas, estudiantes, investigadores, públicos locales y extranjeros. No puedes quedarte en una lógica hermética, sino ofrecer distintos niveles de lectura", afirma Martínez Rodríguez.
En un país tan complejo como México, el Munal se erige como un espacio dinámico y en constante evolución, donde la curaduría se convierte en un acto de investigación, diálogo y tensión, con el objetivo de contar la historia del arte mexicano desde múltiples perspectivas.
