Dos sismos de magnitud 4.1 sacudieron este martes 30 de diciembre diferentes regiones de México, sin reportes de daños o víctimas hasta el momento.
El primer sismo se registró a las 5:02 horas en San Felipe, Baja California, a 58 kilómetros al sureste de esa localidad, con una profundidad de 8 kilómetros, según informó el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
Posteriormente, a las 2:42 horas, se reportó otro sismo de igual magnitud, pero esta vez en Salina Cruz, Oaxaca, a 21 kilómetros al este de esa ciudad, con una profundidad de 7 kilómetros, de acuerdo con el SSN.
Ambos movimientos telúricos sorprendieron a los habitantes de las zonas afectadas, pero hasta el momento no se han reportado daños materiales o personales.
En el caso de Baja California, el sismo se sintió con mayor intensidad en San Felipe, una localidad costera ubicada en el municipio de Ensenada, a unos 200 kilómetros al sur de la frontera con Estados Unidos.
Por su parte, el sismo registrado en Oaxaca tuvo su epicentro en una zona rural, alejada de los principales centros de población, lo que habría evitado mayores consecuencias.
México es un país sísmicamente activo debido a su ubicación geográfica, ya que se encuentra en el denominado "Cinturón de Fuego del Pacífico", una zona de intensa actividad tectónica donde se concentran la mayoría de los terremotos a nivel mundial.
Afortunadamente, los sismos registrados este martes no revistieron mayor gravedad, pero autoridades y población en general permanecen atentos ante la posibilidad de réplicas o nuevos movimientos telúricos en las próximas horas.












