Las fiestas de fin de año se han convertido en un escenario de conflictos y violencia en algunas zonas de Uruguay. En los días previos a la Navidad y durante el 25 de diciembre, el país registró siete homicidios, y esta cifra aumenta si se amplía el rango de días.
Las autoridades tienen una explicación para este fenómeno: hay "factores criminógenos" que se suman durante estas festividades. Así lo expresó el actual ministro del Interior, Carlos Negro, quien señaló que se trata de una "manifestación de las épocas violentas que vivimos".
Uno de los asesinatos ocurridos en Uruguay estuvo estrechamente ligado a la celebración navideña. Un hombre de 38 años se alcoholizó a pocas horas de la Navidad y comenzó una discusión con su familia, que terminó con él siendo apuñalado en la calle.
Otros crímenes registrados incluyeron el asesinato de hermanos, una ráfaga de al menos 10 tiros sobre un hombre y disparos contra dos adolescentes. Estos incidentes se produjeron en diferentes puntos de Montevideo, como Malvín Norte, Cruz de Carrasco, Punta de Rieles, Cerro Norte, Peñarol y Tres Ombúes.
Según el ministro Negro, estas fechas "tradicionalmente concentran episodios" de violencia debido a la confluencia de "diferentes factores criminógenos". Entre ellos, mencionó el consumo excesivo de alcohol y drogas, así como el aumento de los delitos en los meses de verano, cuando los días son más largos y la gente está más expuesta.
El ministro también reconoció que la seguridad pública en Uruguay atraviesa un "proceso de deterioro desde hace décadas", y que su gestión está enfocada en implementar un plan nacional de seguridad que trascienda los cambios de gobierno y se convierta en una política de Estado.
Estas declaraciones del actual ministro del Interior se suman a las realizadas hace un año por su predecesor, Nicolás Martinelli, quien también relacionó la ola de violencia de fin de año con las festividades y el consumo de alcohol y drogas.
La violencia en Uruguay no se detuvo en los últimos días, con nuevos incidentes como un hombre acribillado a balazos en el barrio Piedras Blancas de Montevideo y otro asesinato a balazos en Quebracho, Paysandú.
Las autoridades están comprometidas en abordar esta problemática, pero reconocen que se trata de un desafío complejo que requiere de una estrategia integral y a largo plazo para mejorar la seguridad pública en el país.












