El oro y la plata han cerrado el año 2025 con ganancias históricas, impulsados por una combinación de factores geopolíticos, monetarios y de demanda. El oro acumula una revalorización del 70,19% en el año, mientras que la plata ha más que duplicado su precio, con una subida del 160,26%.
Tras una fuerte caída a finales de octubre, ambos metales preciosos han recuperado con fuerza en las últimas semanas del año, marcando nuevos récords históricos. El pasado viernes, el precio del oro alcanzó los 4.549,92 dólares la onza, superando incluso esa cota en la madrugada de este lunes al llegar a 4.549,64 dólares, aunque posteriormente ha corregido a la baja.
Por su parte, la plata también ha batido récords, llegando a tocar los 84,007 dólares la onza en la madrugada de este lunes, superando con holgura los 79 dólares del viernes.
Según los analistas, detrás de estas subidas se encuentra una combinación de factores, como las tensiones geopolíticas, las perspectivas de bajadas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense, la debilidad del dólar y la creciente demanda de los bancos centrales para diversificar sus reservas.
Además, el aumento de la inversión institucional en fondos cotizados (ETF) sobre el oro también ha sido un acelerador de la cotización del metal. Los analistas señalan que el mercado empieza a ver a algunas divisas refugio tradicionales como menos eficaces ante las intervenciones de política monetaria, lo que aumenta el atractivo del oro.
Tras alcanzar máximos a mediados de octubre, tanto el oro como la plata sufrieron una corrección a finales de ese mes, que los analistas atribuyeron a que la demanda se había enfriado ante la posibilidad de que Estados Unidos y China resolvieran sus diferencias comerciales. Sin embargo, desde entonces han vuelto a recuperar la tendencia alcista.
Con estos resultados, el oro y la plata se encaminan a cerrar 2025 como uno de los activos con mejor rendimiento del año, en un entorno marcado por las tensiones geopolíticas y la incertidumbre económica.
