El liberalismo en Venezuela ha sido objeto de una narrativa distorsionada por parte del chavismo, que ha buscado pintar a esta corriente de pensamiento como ajena a la tradición latinoamericana. Sin embargo, un análisis profundo de la historia demuestra que el liberalismo ha sido un pilar fundamental en la génesis y desarrollo de la nación venezolana.
Desde la Independencia, fueron los gobiernos liberales los que elaboraron el relato de una Venezuela forjada más allá del dominio hispano, negando así toda influencia española. Pero la realidad es que la génesis venezolana es indudablemente liberal, tanto en lo económico como en lo político. Basta con remontarse al 19 de abril de 1749, cuando tuvo lugar el alzamiento popular de Panaquire contra el monopolio de la Compañía Guipuzcoana, para ver las raíces liberales de Venezuela.
Más tarde, en 1810, la soberanía popular se asentó en la nación en ciernes, que se iba mestizando progresivamente. Y en 1811, la Declaración de Derechos del Hombre adoptada por el Supremo Congreso de Venezuela consagró libertades como la de conciencia, religión, pensamiento y expresión. Eran los cimientos de una Venezuela liberal.
Sin embargo, esta trayectoria se vio truncada. Simón Bolívar, el Libertador, cuestionó la capacidad del pueblo venezolano para ejercer plenamente sus derechos, abogando por un modelo más autoritario. Posteriormente, la narrativa política trastocó el significado de "liberal", tachando de conservadores y oligarcas a gobiernos que, en realidad, eran constitucional y sustantivamente liberales.
Hoy, la Constitución de 1999, impuesta por el chavismo, se ha convertido en un instrumento para consolidar el autoritarismo, negando la libertad y autonomía de la persona. El Estado se ha arrogado la tarea de "desarrollar" al ciudadano, adecuándolo a los valores de la "república bolivariana".
Desembarazarse de este autoritarismo y reivindicar la esencia liberal, que reconoce los derechos inherentes a la persona humana, es uno de los grandes desafíos que enfrentan los venezolanos en su lucha por recuperar su dignidad y su destino como nación.
