El abogado cubanoamericano y fundador de la organización The Global Liberty Alliance, en Washington DC, ha publicado un contundente artículo en el que aboga por el fin de la Ley Helms-Burton y la adopción de una nueva política moderna hacia Cuba, acorde a la realidad geopolítica actual.
En su análisis, el experto señala que la Ley Helms-Burton, promulgada en 1996, es un "cadáver legislativo" que mantiene con "soporte vital" una estrategia diseñada para una realidad que ya no existe. Afirma que durante décadas, los responsables de formular políticas estadounidenses y algunos grupos de exiliados confundieron pequeños gestos de "apoyo" internacional con victorias estratégicas, mientras ignoraban los verdaderos intereses nacionales y de seguridad de Estados Unidos en Cuba y la región.
El autor sostiene que es hora de dejar atrás los "viejos recuerdos" y elegir una estrategia que funcione en el mundo actual, no en el de la Guerra Fría. Propone cuatro puntos clave para una nueva política:
1. Dejar de permitir que el "simbolismo sustituya a la estrategia", ya que los votos de la ONU o las batallas por los derechos humanos no han liberado a un solo preso político ni impedido la presencia de técnicos chinos o rusos en la isla.
2. Exigir a los aliados que dicen preocuparse por la democracia que actúen en consecuencia, terminando con los acuerdos comerciales que se basan en propiedades robadas y ejerciendo una verdadera presión diplomática.
3. Priorizar los intereses estadounidenses, como la liberación de detenidos injustamente, la compensación por propiedades confiscadas, el desmantelamiento de operaciones de inteligencia hostiles y la estabilización de la región.
4. Dejar de abandonar a los disidentes cubanos, quienes enfrentan cárcel, tortura y exilio, y respaldar sus esfuerzos por la libertad con acciones concretas, no solo con aplausos desde la distancia.
El experto concluye que la política hacia Cuba debe ser "honesta" y dejar de aferrarse a "viejos recuerdos", reconociendo que la tarea es mayor que una simple ley de la era de los buscapersonas. Es hora, afirma, de elegir una estrategia que funcione en el mundo actual.











