El Perú vivió un año marcado por la violencia y la inseguridad durante 2025, con un alarmante aumento de la criminalidad que las autoridades aún no han logrado controlar. Según los datos oficiales, el país registró más de 23.000 denuncias por extorsión y más de 2.030 asesinatos a nivel nacional, siendo las víctimas transportistas, artistas y emprendedores de diversos sectores.
La extorsión se convirtió en uno de los principales problemas, con un incremento del 27% en comparación con 2024. Además, se reportaron 101 atentados a empresas de transporte público en Lima y Callao, que cobraron la vida de 73 conductores y dejaron heridas a otras 61 personas. Estos ataques obligaron al sector a convocar nueve paros de protesta por la inacción del gobierno.
La violencia también alcanzó al mundo del entretenimiento, con el asesinato del vocalista de la orquesta Armonía 10, Paúl "El Ruso" Flores, y el ataque a tiros a los integrantes de Agua Marina durante un concierto en Chorrillos, que dejó cuatro músicos heridos y tuvo consecuencias políticas al llevar al Congreso a vacar a la presidenta Dina Boluarte.
Sin embargo, hubo algunos logros en la lucha contra el crimen organizado. Uno de los delincuentes más buscados, Erick Moreno Hernández, alias "El Monstruo", fue capturado en Paraguay en septiembre, tras años de sembrar el terror en el cono norte de Lima. Además, la Policía desarticuló 11.766 bandas y organizaciones criminales, deteniendo a más de 312.000 personas.
A pesar de estos esfuerzos, la violencia siguió cobrando vidas, con casi 3.000 personas fallecidas en accidentes de tránsito hasta octubre, y 119 feminicidios registrados en todo el año, la mayoría cometidos por parejas o exparejas de las víctimas.
El 2025 fue, sin duda, un año de extrema criminalidad y violencia para el Perú, que aún enfrenta el reto de combatir de manera efectiva el crimen organizado y garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
