Costa Rica enfrenta una temporada turística alta con luces y sombras. Por un lado, el país mantiene su fuerte atractivo gracias a su oferta natural y cultural. Sin embargo, también enfrenta desafíos como un tipo de cambio bajo que afecta la competitividad, y una creciente preocupación por la inseguridad que ha llevado a actualizaciones negativas en las alertas de viaje de países clave.
Según voceros del sector consultados por El Observador, la industria turística espera que el país siga siendo un destino concurrido, pero temen que las sombras terminen opacando las luces. La temporada alta, que comenzó en noviembre, se extenderá hasta el 5 de abril, abarcando la Semana Santa.
Luego de un año de constantes decrecimientos en la llegada de turistas, en octubre y noviembre hubo subidas de nuevo, lo que representa una buena noticia. De enero a noviembre de este año, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) reporta 2.373.052 llegadas vía aérea, un -0,4% en comparación con el mismo periodo de 2024.
Sin embargo, el tipo de cambio bajo está afectando la competitividad del país. El pasado 4 de diciembre se registró el tipo de cambio promedio más bajo desde la creación del Mercado de Monedas Extranjeras (Monex) hace casi 20 años, llegando a 488,06 por dólar. Esto significa que las empresas turísticas, especialmente las más pequeñas, perciben cada vez un margen menor al cambiar los dólares que reciben a colones.
Gilberto Arguedas, de la agencia de promoción Proimagen, advierte que el efecto de un tipo de cambio bajo es que el país pierde competitividad, pues se vuelve más caro en comparación con otras opciones de la región como México y República Dominicana, así como destinos del este asiático que están ganando fuerza.
Otro desafío importante es la inseguridad, que según Arguedas "comienza a calar en estos principales mercados" y se ve reflejada en actualizaciones negativas de las alertas de viaje de países clave como Canadá y Estados Unidos. Bary Roberts, del Centro de Estudios en Turismo (CET), critica que el Gobierno no ha tomado las medidas necesarias para contrarrestar lo que se dice del país en el extranjero.
A pesar de estos retos, el sector turístico mantiene su optimismo. Gilberto Arguedas señala que, si bien se han perdido algunas conexiones aéreas, otras han anunciado el inicio o el aumento de su operación hacia Costa Rica, lo que podría compensar la baja en llegadas registrada la mayor parte del 2025.











