Después de semanas de intensos enfrentamientos militares en la frontera entre Tailandia y Camboya, que han dejado más de 100 muertos y 700.000 desplazados, los jefes de Defensa de ambos países han firmado un acuerdo de cese al fuego con efecto inmediato.
El acuerdo, alcanzado este sábado, establece que el cese al fuego entrará en vigor a las 12:00 hora local (5:00 GMT) e incluye el fin de los ataques contra civiles, infraestructuras y objetivos militares en ambos lados de la frontera, que se extiende por unos 820 kilómetros.
Según la declaración conjunta, los ejércitos de Tailandia y Camboya se han comprometido a evitar provocaciones como el desplazamiento de tropas en las zonas limítrofes, que han sido el escenario de la histórica disputa territorial. Además, acordaron trabajar de forma conjunta para retirar las minas antipersona que han causado heridas y muertes a varios soldados en los últimos meses.
El acuerdo también establece que los 18 soldados camboyanos detenidos en junio durante cinco días de enfrentamientos fronterizos, que dejaron medio centenar de fallecidos, serán liberados cuando cese la hostilidad, de acuerdo con las normas y prácticas internacionales.
Hasta el viernes, según los balances oficiales, al menos 43 civiles y 24 militares habían muerto en Tailandia, mientras se contabilizaban 31 civiles fallecidos en Camboya, que no ha informado de bajas en el sector castrense.
En el acuerdo, Bangkok y Nom Pen citan "el espíritu" de Kuala Lumpur, en alusión al acuerdo de paz firmado en octubre en Malasia con la mediación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuyo Gobierno ha intercedido en las últimas tres semanas para el cese de las hostilidades.
La declaración fue firmada por los generales Tea Seiha y Nattaphon Narkphanit, titulares de Defensa de Camboya y Tailandia, respectivamente, y establece el rol que desarrollarán emisarios de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) como observadores del alto el fuego.
