En un importante encuentro celebrado recientemente en Cuba, más de 200 profesionales de 15 países se reunieron para analizar los últimos avances en el diagnóstico, prevención y abordaje de la muerte súbita cardiovascular, una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial.
El III Simposio Internacional, la IV Convención Iberoamericana y el V Simposio Nacional de Muerte Súbita Cardiovascular contaron con la participación de especialistas en cardiología, medicina interna, neurología, pediatría, terapia intensiva, anestesiología, medicina deportiva, medicina legal y genética, entre otras disciplinas.
Según detalló el doctor Luis Alberto Ochoa Montes, presidente del Grupo de Investigación en Muerte Súbita de Cuba, los debates se centraron en diversos aspectos clave, como los mecanismos desencadenantes, la situación epidemiológica en la región de las Américas, los factores de riesgo cardiovascular y las estrategias para mejorar el diagnóstico precoz y la atención de emergencia.
"Se trató, además, la carga aterosclerótica coronaria como causa de muerte súbita, desde los factores de riesgo cardiovasculares, los aspectos morfométricos del corazón en la aurícula derecha y su papel en la ocurrencia de esa forma de fallecimiento, además de las consideraciones acerca de la presión arterial elevada y el riesgo de muerte súbita cardíaca", explicó Ochoa Montes.
En el caso particular de Cuba, los expertos presentaron los resultados de investigaciones que permitieron identificar el perfil de riesgo vascular aterosclerótico de las personas que fallecen por muerte súbita cardiovascular en el país. Esto ha permitido tipificar estadísticamente a los individuos más expuestos a este tipo de evento, entre los que se encuentran hombres de edad avanzada, con hipertensión arterial, diabetes, obesidad, cardiopatía isquémica, tabaquismo y engrosamiento del corazón.
Asimismo, se expuso la Guía cubana para el trabajo investigativo en muerte súbita cardiovascular y el Protocolo de actuación para el abordaje de esta problemática de salud, con el objetivo de promover su aplicación a nivel internacional.
Uno de los principales retos identificados fue la necesidad de mejorar el registro estadístico de estos eventos, con el fin de lograr una aproximación más precisa a su magnitud real. Además, se destacó la urgencia de fortalecer el diagnóstico precoz de la parada cardíaca y la asistencia básica y avanzada en los primeros minutos, para evitar el fallecimiento de los pacientes.
"Reducir hasta en un 25% la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares, es un reto para la medicina cubana que demanda controlar los factores de riesgo asociados al sedentarismo, la obesidad, la diabetes, el tabaquismo, la hipertensión y la contaminación del aire", concluyó el doctor Ochoa Montes.
