La época navideña se caracteriza por reuniones familiares y copiosas cenas, donde el consumo de alimentos en abundancia es casi inevitable. Sin embargo, ¿sabías que esta sobreingesta puede tener efectos inmediatos en el funcionamiento de nuestro cerebro?
Un estudio reciente revela que los alimentos que consumimos en estas festividades pueden impactar de manera significativa en nuestras capacidades cognitivas, como la memoria y la concentración. Esto se debe a que el cerebro necesita un equilibrio nutricional para desempeñar adecuadamente sus funciones.
"Los alimentos sustentan nuestro cerebro de diversas formas, para que pueda realizar tareas importantes como la memoria y la concentración. Una alimentación balanceada también puede ser un poderoso aliado para nuestra salud mental", explica la Dra. Lucía Gómez, experta en neurociencia.
Sin embargo, cuando nos excedemos en el consumo de alimentos ricos en grasas, azúcares y carbohidratos, como suele ocurrir en las cenas navideñas, el cerebro debe trabajar de manera más intensa para procesar y asimilar todos estos nutrientes.
"Esto puede generar una sensación de somnolencia, dificultad para concentrarse e incluso problemas de memoria a corto plazo. El cerebro se ve sobrecargado y tarda más en realizar sus funciones habituales", detalla la especialista.
Además, el exceso de alimentos también puede provocar un desequilibrio en los niveles de neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, los cuales juegan un papel fundamental en nuestro estado de ánimo y bienestar.
Por ello, los expertos recomiendan moderar el consumo durante las cenas de Navidad y Año Nuevo, y optar por una alimentación más equilibrada que incluya frutas, verduras, proteínas magras y carbohidratos integrales.
"De esta forma, podremos disfrutar de las festividades sin que nuestro cerebro se vea tan afectado. Es importante mantener una dieta saludable, incluso en épocas de celebraciones", concluye la Dra. Gómez.










