La actividad industrial en Argentina sufrió un importante descenso en noviembre de 2025, con una caída del 6% en comparación interanual y del 1% respecto al mes previo, según estimaciones preliminares de la Unión Industrial Argentina (UIA). Estos datos confirman la continuidad de una tendencia negativa que sitúa al sector lejos de los niveles alcanzados en años anteriores.
De acuerdo con el informe de la UIA, los indicadores utilizados se basan en el consumo de energía eléctrica, la demanda industrial y las consultas a referentes empresariales a nivel nacional. La baja de noviembre coincidió con un esquema de menor cantidad de días hábiles por efecto de los feriados, lo que incidió sobre el ritmo de producción en las principales ramas de la industria.
Entre los sectores más afectados, la construcción registró una disminución relevante, con el despacho de cemento reduciéndose en 7,7% y el Índice Construya, que mide las ventas de insumos para el sector, descendiendo 7,1%. Ambos indicadores presentan retrocesos superiores al 20% respecto a los años 2022 y 2023, en un contexto de demanda interna debilitada.
En el segmento de la industria automotriz, la producción de vehículos cayó 22%, atribuido a la reducción de días laborables y a la menor demanda en el mercado local, mientras que la fabricación de bebidas descendió 6,9%. El consumo de energía eléctrica entre los grandes usuarios industriales se redujo 5,8% y la actividad del rubro metalmecánico disminuyó 0,5%.
Sin embargo, algunos indicadores sectoriales reflejaron leves mejoras frente al mes previo. El patentamiento de maquinaria industrial subió 0,9% y la producción de acero aumentó 0,4%. En cuanto al comercio exterior, las exportaciones industriales hacia Brasil permanecieron prácticamente estables sobre octubre, con una variación de -0,1%. La liquidación de divisas del agro, en cambio, mostró una caída mensual superior al 10%.
Según la UIA, el entramado industrial argentino revela una marcada heterogeneidad, con solo los subsectores de refinación de petróleo y fabricación de motos alcanzando los niveles de producción de 2022. El resto de los sectores se mantiene rezagado, con la industria estancada en valores equivalentes al cuarto trimestre de 2024 y alrededor de 10% por debajo de los registros de 2022 y 2023.
El impacto de esta situación afectó especialmente a las pequeñas y medianas empresas industriales (pymes), con una contracción acumulada de 4,1% en la producción y de 4,6% en el empleo durante el tercer trimestre de 2025. Los indicadores adelantados, tanto para producción como para clima de confianza, permanecieron por debajo del umbral de crecimiento.
Respecto al sector externo, la performance exportadora industrial argentina mostró estabilidad, especialmente en el flujo hacia Brasil. Sin embargo, la liquidación de divisas del sector agroindustrial evidenció una retracción mayor al 10%. A nivel interno, la demanda mantuvo niveles bajos, acentuando las bajas interanuales en rubros de consumo masivo y bienes semifabricados.
En el cierre del relevamiento, se identificó que la presión de costos se mantuvo como el principal desafío para las pymes, seguida de la pérdida de participación ante la competencia importada y de crecientes dificultades en la cadena de pagos. Este conjunto de factores condiciona la recuperación del sector y plantea desafíos adicionales para los meses próximos.








