El expresidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha propuesto una "abstención negociada" del PSOE que permita la investidura de María Guardiola como presidenta de la Junta, a cambio de introducir factores esenciales del programa de gobierno socialista. Ibarra defiende esta postura con el objetivo de evitar que el PP pacte con Vox y "eche a perder todo lo que hicimos" durante 36 años de gobierno socialista en la región.
Ibarra confiesa ver la situación tras las elecciones "con muchísima preocupación" porque considera que la postura del PSOE de rechazar la investidura condenaría a los ciudadanos a unas segundas elecciones, algo que "no le interesa a Extremadura". Por ello, propone una "abstención negociada" que permita la formación de un gobierno del PP con María Guardiola, pero con la inclusión de elementos clave del programa socialista.
El expresidente critica duramente la postura del Gobierno central, liderado por Pedro Sánchez, al que acusa de "despreciar a las autonomías" y de que sus políticas han influido "decisivamente" en el mal resultado del PSOE en Extremadura. Ibarra considera que con un Gobierno "progresista" las cosas deberían hacerse "de otra manera", sobre todo en lo que respecta a los jóvenes.
Ibarra lamenta también la reacción de algunos dirigentes socialistas, como Óscar Puente, a las propuestas de Jordi Sevilla, a quien han "desautorizado e insultado". El expresidente defiende que debe haber respeto a la discrepancia dentro del partido.
En definitiva, Ibarra apuesta por una solución negociada que evite unas segundas elecciones en Extremadura y que, a su juicio, permitiría preservar los avances logrados durante décadas de gobierno socialista en la región, aunque ello implique una abstención del PSOE que facilite la investidura de una presidenta del PP.












