Durante años, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) denunció la corrupción de los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Sin embargo, a pesar de las acusaciones públicas, no se lograron probar judicialmente casos como los supuestos sobornos de Odebrecht, la sobrevaluación del Metro de Santo Domingo o las plantas de Punta Catalina.
Mientras tanto, la ciudadanía ha podido comprobar que el Metro, el Teleférico y la OMSA funcionan de manera eficiente, y que Punta Catalina ha logrado estabilizar el servicio eléctrico en el país. Incluso, se ha informado que la central eléctrica aportó este año 258.4 millones de dólares a las arcas públicas.
No obstante, el autor del artículo señala que el actual gobierno ha logrado "robar lo intangible", es decir, despojar a la gente de derechos, garantías y confianza. Menciona casos como el supuesto robo de la salud a través de SENASA y el intento de robar la educación.
Además, se denuncia que se está trabajando para "diluir la dominicanidad", con discursos que buscan reemplazar el término "dominicanos" por "quisqueyanos". El autor advierte que defender la salud, la educación, la institucionalidad y la identidad es una cuestión de supervivencia, ya que las naciones no se derrumban solo por lo que les quitan de concreto, sino por lo que les roban del alma.
En conclusión, el artículo expone una preocupante situación en la que se acusa al gobierno actual de cometer abusos y ataques a derechos y bienes intangibles de la sociedad dominicana, lo que podría tener graves consecuencias para el futuro del país.
