Javier Ortega Smith, uno de los rostros más conocidos de VOX, ha sido expulsado de la Ejecutiva del partido de extrema derecha después de años de desencuentros con la cúpula directiva. Su salida se produce en medio de una polémica, y llega poco después de que Ortega Smith cuestionara la falta de democracia interna en los partidos políticos españoles.
En un escueto pero contundente tuit publicado el pasado martes, Ortega Smith rescató unas declaraciones de Santiago Abascal, líder de VOX, en las que este criticaba la "partidocracia" que impera en España. "Hoy, igual que entonces, sigo creyendo en lo mismo", escribió Ortega Smith, acompañando su mensaje con un vídeo de la entrevista a Abascal.
En dicha entrevista, el actual candidato a la presidencia del país con VOX aseguraba que "la democracia ha sido secuestrada por los partidos, la han convertido en una 'partidocracia', y a la vez los partidos no son democráticos internamente, y eso hace que la crisis de la representación esté servida".
Con este mensaje, Ortega Smith deja clara su postura respecto a su fulminante salida de la Ejecutiva de VOX, tras varios meses de desencuentros públicos. De hecho, ya en 2024 se informó de que tenía intención de disputar a Abascal el liderazgo del partido durante la Asamblea de aquel año. Sin embargo, en aquella ocasión, todo se resolvió eliminando a Ortega Smith de la vicepresidencia, mientras que ahora se ha optado por una decisión más drástica que aviva la crisis interna en VOX.
La expulsión de Ortega Smith de la Ejecutiva de VOX se produce en un momento delicado para el partido, que ha visto cómo su ascenso se ha visto frenado en los últimos tiempos. Tras una irrupción meteórica en el panorama político español, VOX ha tenido que hacer frente a diversos escándalos y a la pérdida de apoyos en algunas de sus principales plazas fuertes.
La salida de Ortega Smith, uno de los rostros más reconocibles de la formación, supone un nuevo revés para VOX, que tendrá que gestionar esta crisis interna mientras trata de mantener su posición en el tablero político español. La pugna por el liderazgo y la falta de democracia interna que denuncia Ortega Smith podrían ser síntomas de una organización cada vez más fracturada y alejada de los principios que, supuestamente, la inspiraron en sus inicios.












