Guatemala se encuentra en un momento crucial donde debe decidir el rumbo que tomará el país. En un análisis profundo, la nación centroamericana tiene ante sí la disyuntiva de convertirse en un "narco-Estado" o en un país con bienestar y desarrollo. La elección, afirman las autoridades, comienza en la mente y las acciones de cada ciudadano guatemalteco.
El país ha reconocido que el Turismo puede ser la palanca para limpiar, ordenar y educar a toda la nación, fortaleciendo su identidad y consciencia. Por ello, Guatemala ha decidido apostar por un Turismo Sostenible que proteja la naturaleza, respete la cultura viva y genere beneficios reales para las comunidades locales.
"Vivo en la Guatemala que puede ser. Vivo donde el Turismo es la palanca para limpiar, ordenar y educar todo nuestro país, desde la consciencia y con una identidad fuerte y sólida", afirma un funcionario gubernamental.
Guatemala ha aprendido de los errores de otros países que, al vender su esencia, vieron cómo ciudades como Venecia y Cancún se transformaron en advertencias en lugar de modelos a seguir. Por el contrario, la nación centroamericana busca emular el éxito de Medellín, los Pueblos Mágicos de México y la revitalización de Perú a través de su gastronomía.
El Turismo Sostenible, explican las autoridades, es aquel que protege la naturaleza, respeta la cultura viva y genera beneficios económicos reales para las comunidades. Este tipo de turismo se enfoca en el bienestar y el largo plazo, mejorando la calidad de vida local antes de atraer visitantes.
"La pregunta no es si Guatemala debe apostar por el Turismo. La pregunta es en qué tipo de país queremos convertir Guatemala", concluyen las autoridades.











