El Mundial 2026 promete ser histórico por su formato ampliado, sus tres países anfitriones y su despliegue tecnológico. Sin embargo, también amenaza con quedar marcado como el Mundial más caro de la historia, no solo por el precio de las entradas, sino por una decisión que ha encendido la polémica global: la FIFA cobrará el ingreso a las Fan Zones, espacios que durante más de dos décadas fueron gratuitos y pensados para los hinchas sin boleto.
La noticia, aunque aún no cuenta con un comunicado oficial del máximo organismo del fútbol mundial, ya se materializa en Nueva York/Nueva Jersey, una de las sedes más emblemáticas del torneo. Allí, los aficionados deberán pagar USD 12,50 para ingresar a la Fan Zone, según información revelada por Ticketmaster y confirmada por el Comité Anfitrión NYNJ.
Desde Estados Unidos comenzaron a circular rumores que hoy toman forma. La Fan Zone del Mundial 2026 en Nueva York será un evento pago, rompiendo con una tradición que se mantuvo desde Corea-Japón 2002 hasta Qatar 2022. Estas zonas, históricamente, funcionaron como el corazón popular del Mundial: pantallas gigantes, música, activaciones de marca y un ambiente festivo sin costo.
Según los organizadores, el cobro responde a la intención de ofrecer una "experiencia inmersiva de nivel mundial", producida por Live Nation, con espectáculos, transmisiones en vivo de partidos seleccionados y una infraestructura de primer nivel. El evento se desarrollará en el Centro Nacional de Tenis Billie Jean King, específicamente en el Estadio Louis Armstrong, ubicado en Queens, y estará operativo del 17 al 28 de junio de 2026.
No obstante, para muchos aficionados, el argumento no convence. En redes sociales, el malestar crece al considerar que la FIFA prioriza la rentabilidad por encima del acceso popular, en un torneo que ya exige altos gastos en boletos, transporte, hospedaje y alimentación.
Aunque se trata de encuentros "selectos", la medida ha sido catalogada como un nuevo golpe al bolsillo del hincha, especialmente para quienes viajan desde otros países con presupuestos ajustados. Esta es la gran incógnita que inquieta a los aficionados de Estados Unidos, México y Canadá. Por ahora, Nueva York es la única sede que ha hecho pública la venta de entradas para su Fan Zone, pero el temor es que este modelo se replique en las otras 15 ciudades anfitrionas.
De confirmarse, el Mundial 2026 dejaría atrás uno de los símbolos más democráticos del fútbol moderno. Para muchos, esta decisión consolida la percepción de que la FIFA avanza hacia un producto cada vez más exclusivo, donde incluso "ver el Mundial fuera del estadio" también tiene precio.
