El Gobierno venezolano lanzó una advertencia directa a Trinidad y Tobago al señalar que responderá de manera inmediata si su territorio es utilizado como plataforma para cualquier acción militar en su contra. La declaración se produce en un contexto de creciente tensión regional, marcado por la presencia militar de Estados Unidos en el Caribe y recientes incautaciones de crudo venezolano.
El ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, afirmó que Caracas no busca confrontaciones, pero que se verá obligada a actuar si considera que su integridad territorial está en riesgo. Durante un acto oficial, Cabello sostuvo que ya se estarían ejecutando acciones desde suelo trinitense, una situación que, según dijo, no representa la voluntad del pueblo de Trinidad y Tobago, país con el que Venezuela mantiene históricos lazos de convivencia pacífica.
Las declaraciones de Cabello contrastan con la postura del gobierno trinitense. Días antes, la primera ministra Kamla Persad-Bissessar defendió la cooperación militar con Washington como una medida preventiva, insistiendo en que su administración no busca un conflicto armado, sino garantizar la seguridad nacional frente al actual escenario regional.
Estados Unidos mantiene una presencia militar activa en Tobago, donde ha instalado sistemas de vigilancia radar y conserva efectivos desplegados. Además, aeronaves militares estadounidenses cuentan con autorización para operar desde aeropuertos del país caribeño, vecino inmediato de Venezuela.
La escalada verbal ocurre en un momento de fractura dentro de la Comunidad del Caribe (Caricom). Su secretaria general, Carla Barnett, llamó este lunes a la cohesión regional frente a lo que describió como un entorno geopolítico excepcionalmente adverso. Su pronunciamiento se dio tras el intercambio público de reproches entre Estados miembros por sus posiciones ante Washington y Caracas.
Mientras Trinidad y Tobago, junto a Guyana, respaldan las acciones estadounidenses, otros países del bloque han expresado reservas, advirtiendo que una confrontación tendría efectos desestabilizadores para todo el Caribe.
