El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, condenó enérgicamente los ataques con misiles y drones rusos que golpearon varias regiones del país, dejando al menos 3 civiles muertos, incluido un niño, y numerosos heridos. Los ataques ocurrieron "en medio de negociaciones" de paz entre Ucrania, Estados Unidos y Rusia, según informó Zelenski.
Las fuerzas rusas lanzaron alrededor de 650 drones y más de 30 misiles contra objetivos en Ucrania, afectando principalmente la infraestructura energética y portuaria. El Ministerio de Energía y el operador de la red eléctrica, Ukrenergo, impusieron cortes de suministro eléctrico de emergencia en varias zonas.
Zelenski calificó el ataque como una "señal extremadamente clara sobre las prioridades de Rusia", al realizarlo justo antes de las festividades navideñas, cuando la gente "simplemente quiere estar con sus familias, en casa y a salvo".
Por su parte, el presidente estadounidense Donald Trump afirmó que las conversaciones de paz "avanzaban", mientras que Zelenski se mostró optimista sobre la posibilidad de lograr una "paz justa" y al menos una "victoria diplomática" para Ucrania.
Sin embargo, el director ejecutivo de la mayor empresa de energía privada de Ucrania, Maxim Timchenko, advirtió que el país enfrenta su "invierno más difícil" desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, debido al sostenido bombardeo del sistema energético ucraniano.
Timchenko señaló que Ucrania necesita, en primer lugar, defensa aérea; en segundo lugar, equipamiento; y en tercer lugar, financiación, para hacer frente a los ataques rusos y mantener el suministro eléctrico durante los meses más fríos.












