La Caja de Seguro Social (CSS) de Panamá se encuentra en un punto de inflexión tras años de incertidumbre. El cierre de 2025 encuentra a la institución con un marco legal fortalecido, una hoja de ruta financiera clara y señales objetivas de recuperación institucional, según lo expuesto por el director de la CSS en un artículo de opinión.
Las reformas a la Ley Orgánica de la CSS marcaron un antes y un después, permitiendo evitar el agotamiento de las reservas, ordenar el financiamiento del sistema y devolver previsibilidad al Programa de Invalidez, Vejez y Muerte. El aporte estatal, el ajuste gradual de la cuota patronal y el uso regulado de las reservas conforman hoy un esquema de administración del riesgo financiero alineado con estándares modernos de buena gobernanza pública.
Paralelamente, la CSS ha implementado un fortalecimiento institucional que eleva la rendición de cuentas y aumenta el nivel de exigencia sobre quienes administran los recursos. Además, se ha logrado un control estricto de las compras, la eliminación de erogaciones innecesarias y la adopción de una proyección presupuestaria quinquenal, introduciendo una lógica de planificación que reduce la improvisación y permite anticipar tensiones antes de que se conviertan en crisis.
Sin embargo, el director de la CSS advierte que cerrar el año con orden financiero no es suficiente. La sostenibilidad solo es legítima si se traduce en mejores resultados para las personas, atendiendo las demandas ciudadanas de disponibilidad de medicamentos e insumos, reducción de la mora quirúrgica y tiempos de espera razonables para acceder a una cita médica.
Para el año 2026, la CSS deberá garantizar el abastecimiento continuo de medicamentos e insumos a través de una gestión logística moderna, reducir sostenidamente la mora quirúrgica mediante la optimización del uso de quirófanos y la aplicación de criterios clínicos claros, y acortar los tiempos de espera para citas médicas, lo cual requerirá decisiones integrales que combinen reglamentaciones laborales, ingeniería de procesos y un rediseño profundo de la gestión de agendas.
Uno de los desafíos más complejos será enfrentar la escasez de especialistas médicos, lo que exigirá la contratación regulada y temporal de profesionales formados en otros países, bajo estrictos estándares de acreditación, supervisión y evaluación.
En conclusión, la Caja de Seguro Social de Panamá se encamina hacia la sostenibilidad, habiendo sentado las bases para una atención más oportuna, humana y eficiente, demostrando que la disciplina fiscal puede convivir con un sistema de salud y pensiones que responda oportunamente a las necesidades de la población.
